26 diciembre, 2013

Las 5 cosas que la gente lamenta en su lecho de muerte



 Enfermera revela las cinco cosas que la gente más lamenta en su lecho de muerte

            Por su interés copio las revelaciones de una enfermera de cuidados paliativos acerca de las cinco cosas que la gente más  lamenta a la hora de morir, según refiere El Fenicio Digital en su edición del  04.12.2013.

Durante muchos años he trabajado en cuidados paliativos. Mis pacientes eran los que habían ido a casa a morir. Algunos momentos increíblemente especiales fueron compartidos. Estuve con ellos durante las últimas tres a doce semanas de sus vidas.
La gente madura mucho cuando se enfrentan a su propia mortalidad. Aprendí a nunca subestimar la capacidad de una persona para crecer.  Algunos cambios fueron fenomenales. Cada uno de ellos experimentó una variedad de emociones, como es de esperarse, la negación, el miedo, el enojo, remordimiento, más negación y finalmente la aceptación. Sin embargo, cada paciente encontró su paz antes de partir, cada uno de ellos.
Cuando se le preguntó acerca de los arrepentimientos que tenían o cualquier cosa que haría de manera diferente, los temas comunes surgieron una y otra vez . Éstos son los cinco más comunes:

1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí.

Este fue el lamento más común de todos. Cuando las personas se dan cuenta de que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás con claridad, es fácil ver cuántos sueños no se han cumplido. La mayoría de la gente no había cumplido aún la mitad de sus sueños y tenía que morir sabiendo que era debido a las elecciones que habían hecho, o que no hicieron.
Es muy importante tratar de honrar al menos algunos de sus sueños en el camino. Desde el momento en que se pierde la salud, ya es demasiado tarde. La salud conlleva una libertad de la que muy pocos se dancuenta, hasta que ya no la tienen.

2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro.

Esto salió de cada paciente de sexo masculino que cuidé. Se perdieron la juventud de sus hijos y la compañía de su pareja. Las mujeres también hablaron de este pesar. Pero como la mayoría eran de una generación anterior, muchos de los pacientes de sexo femenino no había sido el sostén de su familia. Todos los hombres que cuidé lamentaron profundamente el haber gastado tanto sus vidas en la cinta de una existencia de trabajo..
Al simplificar su estilo de vida y tomar decisiones conscientes en el camino, es posible que no necesite los ingresos que usted cree. Y mediante la creación de más espacio en su vida, usted será más feliz y más abierto a nuevas oportunidades, otras más se compatibles a su nuevo estilo de vida.

3. Ojalá hubiera tenido el coraje para expresar mis sentimientos.

Muchas personas suprimieron sus sentimientos con el fin de mantener la paz con los demás. Como resultado, se conformaron con una existencia mediocre y nunca llegaron a ser lo que eran realmente capaces de llegar a ser. Muchas enfermedades se desarrollan como un resultado relacionado con la amargura y el resentimiento que cargan.
No podemos controlar las reacciones de los demás. Sin embargo, aunque las personas pueden reaccionar inicialmente al cambiar la forma en que están hablando honestamente, al final se plantea la relación a un nivel completamente nuevo y más saludable. O eso, o soltar las relaciones poco saludable de su vida. De cualquier manera, usted gana.

4. Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos.

A menudo no se dan cuenta realmente de los beneficios de los viejos amigos hasta después de semanas de convalecencia, y no siempre fue posible localizarlos. Muchos de ellos habían llegado a estar tan atrapados en sus propias vidas que habían dejado que amistades de oro se desvanecieran por el paso de los años. Pese a los lamentos profundos acerca de no dar a las amistades el tiempo y el esfuerzo que se merecían. Todo el mundo pierde a sus amigos cuando está muriendo.
Es común para cualquier persona en un estilo de vida ocupado, dejar que las amistades desaparezcan. Pero cuando usted se enfrenta con su muerte de cerca, los detalles físicos de la vida desaparecen. La gente quiere tener sus asuntos financieros en orden si es posible. Pero no es el dinero o el estatus lo que tiene una verdadera importancia para ellos. Quieren poner las cosas en orden más para el beneficio de aquellos a quienes aman. Por lo general, sin embargo, están demasiado enfermos y cansados para manejar esa tarea. Al final todo se reduce al amor y las relaciones. Eso es todo lo que queda en las últimas semanas, el amor y las relaciones.

5 . Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser más feliz.

Esta es una sorprendentemente común. Muchos no se dieron cuenta hasta el final de que la felicidad es una elección. Se habían quedado atrapados en patrones y hábitos antiguos. El llamado “confort” de la familiaridad desbordado en sus emociones, así como su vida física. El miedo al cambio les había hecho vivir fingiendo a los demás, y para su yo, que estaban contenidos. Cuando muy adentro, anhelaban reír de verdad y tener esa estupidez en su vida de nuevo.
Cuando usted está en su lecho de muerte, lo que los demás piensan de ti está muy lejos de tu mente. ¡Qué maravilloso es ser capaz de sonreír otra vez , mucho antes de que te estés muriendo!
La vida es una elección. Es su vida. Elija conscientemente, elija sabiamente, elija honestamente. Elija felicidad.

05 octubre, 2013

La Universidad hoy en España



            Por su interés, reproduzco un artículo del catedrático de la universidad Complutense, D. Alejandro Muñoz Alonso.

Llevo medio siglo cumplido como profesor y catedrático de Universidad. En la pública y en la privada. Por mis aulas han pasado algunos miles de alumnos de todo tipo: algunos muy buenos, muchos buenos, demasiados malos y una excesiva minoría de muy malos. Algunos procedían de las clases más acomodadas de la sociedad, pero la inmensa mayoría venían de la amplia y baqueteada clase media, incluidos sus más humildes sectores. He tenido como alumnos a futuros ministros de la izquierda y de la derecha, futuros grandes empresarios, abogados, escritores, directores de periódico. Algunos de ellos han merecido después una bien ganada notoriedad. Un completo mosaico, en suma, de la heterogénea sociedad española.

He mantenido con muchos de ellos una relación perdurable y muchos me han mostrado su confianza para contarme sus problemas, profesionales o incluso personales. En estos tiempos y en tantos casos esas confidencias versaban, muy a menudo, en torno al paro, esa tragedia que ha atenazado a tantos y les ha mantenido en un insoportable dique seco. En ningún caso —y lo escribo con la máxima rotundidad- en ningún caso, repito, me he encontrado con algún alumno que no haya podido estudiar o que haya tenido que abandonar sus estudios por razones económicas. En España, y desde hace muchos años, quien haya querido cursar estudios universitarios y haya estado capacitado para ello ha podido entrar en la Universidad.
Lo que sí recuerdo muy bien es a alumnos que hace algunos años me iban a ver para preguntarme si en vez del 6 o 6’5 con que les había calificado, no podía subirle la nota a un 7…porque si no, perdía la beca. Porque las becas había que ganárselas y nadie entendía que pudiera merecerlas un 5 pelado, en tantos casos muestra de pura misericordia. Sobre todo en estos tiempos en que ha bajado tanto el nivel de exigencia de modo que —los profesores lo sabemos- muchos de los 5 de ahora muy posiblemente habrían sido suspensos con los baremos de otrora.
La universitaria, no forma parte de la enseñanza obligatoria y exigible. Es un plus que debe conseguirse sobre la base de la vocación, de la capacidad y del esfuerzo. En mis tiempos universitarios leíamos Misión de la Universidad de Ortega y Gasset y otros libros del mismo estilo y teníamos conciencia de que acceder a la Universidad imponía una responsabilidad a la que había que hacer frente con la búsqueda de la excelencia y preparándose lo mejor posible para, una vez obtenida la licenciatura o el doctorado, servir a la sociedad con el máximo de eficacia y dedicación. La Universidad no era para cualquiera sino para el que mostraba voluntad y se imponía la exigencia del estudio.

Pero todo aquello se ha venido abajo por un mal entendido sentido de la “democratización” de la Universidad, olvidando que el saber y en el conocimiento no progresan si se aplican los criterios del voto y de las mayorías, válidos para tomar decisiones políticas. Lo he hablado con muchos colegas y todos coinciden: La media de los alumnos que acceden a la Universidad va de mal en peor por el desastre y el abandono de la enseñanza secundaria. Cada día ignoran más cosas. Alumnos de los últimos cursos de la carrera no saben situar en el mapa a Ucrania, creen que Kazajstán en un pequeña república (2.7000.000 Kms. cuadrados), no saben quién es Baltasar Gracián o ignoran el siglo en que vivió y reinó Felipe II.

La cotidiana lista de anécdotas sería interminable. Lo que sucede es que en cada curso hay una minoría excelente, aunque muy reducida, que lee libros (la inmensa mayoría no lo hace), ha podido viajar, sabe inglés u otro idioma y, sobre todo, practica el estudio, aquello de “hincar los codos” que nos decían hace décadas. Esa ínfima minoría es la que justificaría esa solemne estupidez, que tantos repiten, según la cual la presente generación joven es la mejor preparada de la historia de España. Pero debe quedar claro que los culpables no son los jóvenes, que no son más que las víctimas de un sistema que, sencillamente, les ha estafado. Las leyes socialistashasta ahora no ha habido otras- han sido nefastas y han hecho creer a los jóvenes que tener un título es “un derecho” que, más o menos, hay que regalárselo.

Pasar una asignatura sin ver un solo libro, ni de texto ni de consulta, con solo unos apuntes mal tomados que circulan como “los del profesor” es una práctica habitual. Y no les pidas un trabajo porque recurrirán a Internet y lo entregarán sin saber de qué va la cosa. Y puestos a “ampliar derechos”, eso que gustaba tanto a Zapatero, también se impuso el “derecho” de pasar de curso con un montón de asignaturas del anterior, en un insigne homenaje a la vagancia y a la desidia, que ha sido política oficial hasta hace poco. Todo ello, por mor de la igualdad y de una mal entendida democracia. Además no hay que traumatizar a ningún alumno con esa cosa tan fea que es un suspenso.

La guerra al elitismo, propia de la izquierda, ha sido en realidad una guerra a la excelencia. Y nos ha conducido a una mediocridad aterradora. Así nos ha ido y así nos hemos quedado. Y no hablemos de la enseñanza nacionalista porque ahí la estafa alcanza niveles de escándalo. He visto libros de historia de Cataluña donde no aparecen los Reyes Católicos y en los que no hay ni una página que no tenga su correspondiente dosis de patrañas, incompatibles con los mínimos exigibles, tanto desde el punto de vista educativo como desde el histórico y, sobre todo, desde el ético.

Lo que no logro entender es la actitud de los rectores —no sé si todos o solo algunos- con su posición ante la cuestión de la becas y, en general, ante el propósito del ministro Wert de reformar el sistema, al menos en los aspectos más inquietantes. ¿Es que queda alguien todavía que crea que el sistema educativo español no exige perentoriamente una reforma a fondo? Ni una sola de las universidades españolas está entre las primeras doscientas del mundo. ¿No es bochornoso? ¿No sería mejor que esos rectores se preocuparan más por aumentar la calidad de nuestra enseñanza universitaria en vez de dar la lata con la nota exigible para las becas? ¿De qué están orgullosos?

Hay que decirlo de una vez. En España sobran universidades y sobran universitarios, alumnos y profesores. En oposiciones a profesor o en tesis doctorales he visto bibliografías donde no aparece ni un solo libro en inglés o en otro idioma extranjero. Pero en ciertas universidades, sí he visto trabajos en la lengua co-oficial… ¡Gran afán de divulgar el saber!. Seguro que en Harvard o en Oxford se despepitan por traducir esas notables aportaciones. En Holanda o en los países escandinavos todos, o casi todos, los trabajos universitarios se hacen en inglés. Y como me han dicho muchos colegas de por allí, sus lenguas nacionales son puramente domésticas. Hace años unos diputados franceses, con los que visitaba un excelente centro de investigación en Barcelona, se sorprendían de que todo, carteles y publicaciones, estaba en catalán… “¿Es que es sólo para ellos?”, preguntaban.

En general y de nuevo, la cantidad se ha impuesto sobre la calidad, los estrictamente “nacional” sobre la universalidad, que es la razón de ser de la Universidad. Y, lógicamente, los resultados han sido deletéreos. La falsa democratización no es más que una brutal masificación que ha degradado a la institución universitaria y ha convertido los títulos en papeles inútiles, de los que las empresas ya ni se fían a la hora de contratar. Y eso que ahora ya a nadie se le ocurre decir que las universidades sean el alma mater, el templo del saber o algo por el estilo. Ahora se las concibe casi exclusivamente como escuelas de preparación profesional. Pero ni por esas. Aunque hay en todo ello, seguramente, un fondo de verdad, porque muchos de los alumnos universitarios deberían estar en una digna formación profesional, que en España nunca ha existido de verdad, en buena medida por el mercadeo ideológico de los sindicatos y, a veces, también de las patronales. La idea, desde luego, ha cuajado y los alumnos la han interiorizado y si les pides que lean a Tocqueville (casi ninguno lo sabe escribir bien), siempre habrá algún listo que pregunte: “¿Pero eso me va servir para encontrar trabajo?”. A lo mejor era un becario al que solo le había hecho falta un 5 para conseguir su “derecho a beca”.  (
Alejandro Muñoz-Alonso (Catedrático de la Univ. Complutense).




13 junio, 2013

Beneficios del agua para la salud



El agua y la noche...

Cuantas personas conocen que dicen que no quieren tomar nada antes de acostarse, porque entonces  tendrán  que levantarse durante la noche para ir al baño. Cuando le pregunte a mi cardiólogo el por qué la gente necesita orinar tanto de noche. La gravedad mantiene agua en la parte inferior del cuerpo cuando uno está parado. (Las piernas se hinchan). Al acostarte, la parte inferior del cuerpo (piernas, etc) quedan al mismo nivel que los riñones, en ese momento es cuando los riñones solicitan sacar el agua, porque es mas fácil, todos necesitamos una cantidad mínima de agua para limpiar las toxinas del cuerpo momento correcto para tomar agua. Muy importante, de acuerdo a los Cardiólogos. El tomar agua en ciertos momentos maximiza su efectividad en el cuerpo. Dos vasos de agua al levantarse - ayuda a activar los órganos internos. Un vaso de agua 30 minutos antes de cada comida - ayuda a la digestión. Un vaso de agua antes de bañarse, ayuda a reducir la presión sanguínea. Un vaso de agua antes de acostarse evita los infartos y los derrames cerebrales. Mi medico también me dijo que el agua antes de acostarse también ayudará a prevenir los calambre de piernas nocturnos. Los músculos de las piernas están buscando hidratarse cuando te dan esos calambres de pantorrilla y/o muslos.

14 marzo, 2013

Vaticano Sede Vacante febrero 2013



 Vaticano Sede Vacante febrero 2013

            “La razón aconseja desvestirse, cuando las ropas pesan,
                  Y  acostarse, cuando las piernas tiemblan”.

                El pasado día 11 de febrero se produjo un acontecimiento que no tenía lugar desde hacía  700 años. El Papa Benedicto XVI presentaba, de una forma inesperada, su renuncia a continuar siendo Papa, alegando razones de salud y fijando para el día 28 de febrero la materialización de tal decisión. Una frase suya permanecerá imborrable para la posteridad: “La razón aconseja desvestirse, cuando las ropas pesan, y acostarse, cuando las piernas tiemblan”.

            Es innegable su avanzada edad y evidente el deterioro de su salud que todo el mundo conoce, pero seguramente, lo que más ha pesado en  la toma de su decisión sean las tres grandes crisis por las que pasa  la  Iglesia Católica: La crisis de la Curia Romana, la crisis de los sacerdotes y la crisis de la Fe en un contexto de Laicismo galopante.

            La decisión de Ratzinger planteó una serie de problemas al Vaticano que Silvia Román en su artículo titulado: ”Los siete problemas que creó Joseph Razinger” en el periódico El Mundo del 01.03.2013 describe perfectamente.

Título

Benedicto XVI participó de manera directa en resolver este problema. Tras horas de reflexión y consultas, pidió que se le denominara, una vez se marchara del Vaticano, "Papa emérito" o "Romano Pontífice emérito" (al igual que muchos cardenales o profesores universitarios retirados, por no recordar a los soldados 'eméritos' de la Roma Antigua, que eran recompensados una vez cumplido su servicio).
Al mismo tiempo, se resolvió que Ratzinger pudiera seguir utilizando el nombre de Benedicto XVI, así como "Su Santidad". Aquí se podría ver la influencia estadounidense: en EEUU, a los mandatarios que salen de la Casa Blanca se les sigue llamando "presidentes".

Hogar

Benedicto XVI dejó El Vaticano el 28 de febrero y se encuentra ya en Castelgandolfo. Allí pasará dos o tres meses, hasta que toda la locura mediática en torno a su sucesor se calme. Mientras, sus apartamentos papales han sido sellados. Volverá al Vaticano, sí, pero al convento de monjas de clausura 'Mater Ecclesiae', con jardines y huerto. No se cree sin embargo que dedique mucho tiempo a dar largos paseos, puesto que  es un hombre de estudio, reservado, que no le gusta demasiado salir a tomar el aire.

Vestimenta

Una sencilla sotana blanca, sin la capa adosada de los Pontífices, será la vestidura diaria de Ratzinger. Respecto a su célebre calzado, abandonará los zapatos rojos y los cambiará por marrones. Eso sí, mantendrá los que le fabricaron en León (México) "por su comodidad".

Anillo y sello papal

Éste fue uno de los puntos más meditados. Por tradición histórica, el Anillo del Pescador que lucen los papas en su dedo anular es destruido con un martillo de plata. Este anillo era utilizado también como sello y no se quería correr el riesgo de que quedara disponible y alguien pudiera utilizarlo.
En el caso de Benedicto XVI (que tuvo el sello aparte), el Anillo del Pescador ha sido "anulado", esto es, se han realizado unos trazos sobre él que lo han dejado "inutilizable", como adelantó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

El peligro de los 'dos Papas'

El propio Ratzinger entendió los problemas que podía causar la existencia de 'dos cabezas visibles' al frente del Vaticano. De ahí que optara por recluirse para siempre, refugiado en la oración. En su retiro eterno disfrutará también de su amada lectura, escritura, comedias en blanco y negro, tocará el piano y seguirá acompañado de sus gatos, en especial de su gata Contessina, que juega ya en los jardines del 'Matter Ecclesiae'.
Su hermano, el monseñor Georg Ratzinger, ha asegurado que Benedicto XVI estará encantado de aconsejar a su sucesor si éste le requiere y que seguirá escribiendo. Pero la mayoría de los vaticanistas auguran que poco o nada se sabrá de quien fuera el Papa alemán.

Su presencia en las redes sociales

La cuenta del Papa en Twitter, @Pontifex, que se había puesto recientemente en marcha, apenas había superado ayer mismo la treintena de 'tuits' tecleados por el Pontífice.
¿Qué hacer ahora con ella? La solución ha sido ponerla en Sede Vacante y aconsejar a los fieles a seguir la actualidad vaticana en @TerzaLoggia, la cuenta del secretario de Estado -que lleva estos días las riendas- Tarcisio Bertone.

Salud y dinero

Benedicto XVI seguirá teniendo cobertura del seguro médico privado del Vaticano, así como será atendido por los mismos médicos y enfermeras alemanas que han velado por su salud estos últimos ocho años.
Respecto a su sustento económico... No existe un plan de pensiones para 'ex Papas', pero toda diócesis mantiene a sus clérigos retirados. Así que de seguro no le faltará nada al Papa Emérito.